En Nicaragua hay diversos grupos de profesionales y aficionados al avistamiento de aves. La Red de Observadores de Aves de Nicaragua (ROAN) es una de las más grandes iniciativas en el país donde convergen una gran cantidad de investigadores y observadores de avifauna. No obstante, en 2020, debido a la pandemia de Covid 19, la actividad de ROAN ha caído significativamente.
Algunos esfuerzos de investigación de aves, principalmente migratorias, se hacen en algunas reservas naturales privadas, como el caso de la reserva ecológica el Bajo en el Crucero en Managua, la reserva natural Concepción de María ubicada en Carazo. En esta última, en 2020, un investigador capturó un pequeño colibrí anillado que viajó desde Estados Unidos hasta Nicaragua.
El grupo Quetzalli Nicaragua, encabezado por la investigadora Salvadora Morales, trabaja permanente con las poblaciones de aves migratorias que utilizan los humedales nicaragüenses, como estaciones de recarga para volar hacia el sur o viceversa cuando el invierno se instala tanto en el sur y en el norte de América.